Trastornos en la sexualidad debido a la edad

Por Dra. Magdalena Rivera Becker, Médico Cirujano y Sexóloga de Medical Sex Center

Con la edad, se producen cambios a nivel de la fisiología de la respuesta sexual que pueden afectar el cómo se vive ésta.

En el hombre aumenta el período refractario, es decir, el tiempo entre que se produce una eyaculación y la posibilidad de volver nuevamente a tener una erección,  necesita más tiempo para lograr la erección, la que además es menos firme y disminuye el volumen de semen eyaculado siendo expulsado con menos fuerza.

En la mujer se produce una disminución de la lubricación en la excitación, disminuye la elasticidad de las paredes vaginales y puede haber menor intensidad en el orgasmo. Si bien estos cambios pueden asustar un poco a primera vista, es posible adaptarse a ellos y continuar teniendo una vida sexual satisfactoria en la tercera edad. Sin embargo, es bueno considerar que luego de la menopausia la mayoría de las mujeres necesitan el uso de lubricantes para la actividad sexual, ya que incluso habiendo un buen deseo y excitación ésta puede ser insuficiente debido a la baja de estrógenos. Por su parte los hombres pueden necesitar estímulo más directo para lograr una buena erección y considerar que luego de eyacular van a necesitar más tiempo para volver a lograr una erección.

Como sea, la vida sexual en la tercera edad va a depender de cómo haya sido ésta previamente, del estado de la relación de pareja y de la salud de ambos. En general, cuando se ha vivido una sexualidad satisfactoria previamente y no hay problemas de salud, la vida sexual suele continuar siendo activa y gratificante en la tercera edad. Sin embargo, pueden presentarse disfunciones sexuales debido a problemas físicos, psicológicos o dificultades de pareja.

En el adulto mayor, es más frecuente que se produzcan disfunciones sexuales causadas por enfermedades que son más frecuentes a esta edad, tales como la diabetes y la hipertensión arterial. También algunos de los medicamentos usados para tratar enfermedades crónicas pueden ser la causa de disfunciones sexuales.

Cuando se presenta una disfunción sexual en el adulto mayor, es importante no pensar que la única causa es la edad y que es normal que esto suceda. Salvo los cambios descritos que son normales con el envejecimiento, otras dificultades requieren evaluación y tratamiento. Incluso una disfunción sexual puede ser uno de los primeros síntomas de una enfermedad que requiere ser tratada como, por ejemplo,  diabetes o depresión. Además de los problemas físicos en esta etapa de la vida, las dificultades en esta área pueden estar generadas por conflictos de pareja o causas psicológicas al igual que en personas más jóvenes. En algunos casos el problema viene de antes y a esta edad, debido a los cambios fisiológicos o a las creencias culturales de que la actividad sexual no es necesaria en la tercera edad, se puede hacer  más evidente el problema y por lo tanto motivar a consultar.

Tener una vida sexual satisfactoria en la tercera edad es posible y para lograrlo es importante mantener un estilo de vida saludable y una buena relación de pareja.  En caso de tener una enfermedad crónica, el realizar el tratamiento adecuado de ésta disminuye el riesgo de que cause disfunciones sexuales, y en caso de tener la inquietud de que algún medicamento pueda estar generando un problema lo ideal es consultar con el médico si puede ser esa la causa y evaluar opciones de tratamiento. Si comienza a haber alguna dificultad, antes de atribuir que es un problema normal por la edad, es recomendable consultar ya que puede estar causado por una enfermedad u otro problema. En estos casos es posible por un lado realizar tratamiento para volver a tener una vida sexual plena y por otro lado puede ser la oportunidad para diagnosticar algunas enfermedades en forma precoz.