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La depresión y sus efectos en el deseo sexual

Por Magdalena Rivera Becker, sexóloga de Medical Sex Center

 

Chile es uno de los países del mundo donde es más frecuente la depresión. Ante esta realidad, es interesante preguntarse ¿cómo afecta la depresión a la vida sexual?

 

Para comprender lo que sucede en la depresión, es importante considerar que cuando alguien está en este estado, baja la motivación por realizar diversas actividades, es decir, hay menos ganas de hacer cosas que antes se disfrutaban, y la actividad sexual no se libra de eso. El bajo deseo sexual puede ser un síntoma de depresión y, en algunos casos, el que dé la alerta de que algo no anda bien, motivando a una persona a consultar.

 

Cuando la causa de la disminución del deseo sexual es la depresión, el modo de solucionar esta dificultad es tratar la depresión. Sin embargo, hay personas a las cuales los medicamentos que se usan frecuentemente con este objetivo les producen, como efecto secundario, una baja de deseo sexual. Incluso algunas personas con depresión y sin alteraciones en el deseo sexual, tienen una disminución de este a causa de los antidepresivos. Pero ¿qué hacer en estos casos en que un fármaco que es necesario para subir el ánimo afecta la sexualidad? Lo primero es no apresurarse a culpar al medicamento, ya que este efecto no se produce en todas las personas ni con todos los antidepresivos. Para que sea causado por los medicamentos, el inicio del problema debe ser cercano en el tiempo al inicio del tratamiento. Si hay sospechas de que puede ser esa la causa, lo ideal es consultar con el médico que está tratando la depresión e informar de lo que sucede, así este puede ofrecer soluciones como cambiar a fármacos alternativos o realizar ajustes en las dosis.  Y ¿suspender por uno mismo el medicamento es buena opción? Esta puede ser una salida tentadora; sin embargo, hay riesgo de que vuelvan a aparecer los síntomas depresivos y, finalmente, se esté peor de ánimo, pudiendo afectarse no sólo el deseo sexual, sino que otros aspectos de la vida.

 

Si bien la depresión y los medicamentos para tratarla pueden ser causa de un bajo deseo sexual, en algunos casos, a pesar de haber depresión, esta no es el motivo principal de la disminución del deseo. Pueden también existir problemas de pareja, dificultades psicológicas u otras enfermedades que estén causando esta disfunción. Entonces, ¿cuándo sospechar que el deseo sexual inhibido no es causado la depresión y su tratamiento? Si el bajo deseo viene de antes de comenzar los otros síntomas depresivos o no mejora con el tratamiento y se ha descartado que la causa sean los medicamentos. En este caso, es necesario buscar ayuda especializada para el tratamiento del deseo sexual inhibido, con una evaluación que considere los aspectos biológicos, psicológicos y de pareja.

 

Otro punto importante en la relación entre deseo sexual y depresión, es lo que sucede con la pareja. En ocasiones, la baja de deseo sexual producida por la depresión o los medicamentos para su tratamiento, puede ser interpretada por la pareja como un problema de la relación, donde de fondo hay poco interés o infidelidad. Para evitar esto, una buena opción es conversar con la pareja sobre las causas que hay detrás del bajo deseo sexual, con motivo de que comprenda la situación. Y no sólo explicar lo que sucede, sino que buscar ayuda profesional en una clínica sexual, ya que si la dificultad permanece en el tiempo puede causar tanto disfunciones sexuales en la pareja como problemas en la relación.

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