Si bien no es una tarea fácil para los padres, hablar de sexualidad con el hijo es una tarea sumamente necesaria. Conversar con él desde la naturalidad y a temprana edad, es lo más aconsejable.
Por Evelyn Hormazábal, periodista.
Muchos padres sienten vergüenza, nervios, pudor e incluso miedo a la hora de hablar con su hijo sobre sexo. Si bien esta sensación puede ser válida –muchos no vivieron esa experiencia con sus progenitores y crecieron educándose solos en esta materia- es una conversación que debe considerarse como parte de la crianza. Esto, pues es importante que desde temprana edad comprendan el papel que juega la sexualidad en la vida y el desarrollo integral del ser humano y, así, desarrollen actitudes positivas y sanas que favorezcan el ejercicio responsable de su propia sexualidad en el futuro.
No esperes que tu hijo te pregunte sobre sexualidad. Es conveniente y aconsejable hablar con él sobre este tema en sus primeros años, desde el momento en que comienza a conocer su cuerpo y a hacer preguntas sobre él. También es importante hacerlo con naturalidad, enseñándole sobre su privacidad y llamando las zonas del cuerpo por su nombre, sin apodos o modismos que puedan generarle confusiones.
Durante la infancia, aparecen preguntas frecuentes como: ¿Por qué los niños hacen pipí de pie y las niñas sentadas? ¿De dónde vengo? ¿Cómo salí de tu guatita? Y la manera de responder es simple: con la verdad. La honestidad y claridad en la información es la mejor de las políticas. Recuerda darle respuestas de manera que lo pueda entender y siempre desde el plano de lo biológico, las explicaciones más emocionales de la sexualidad deben esperar hasta que alcance cierta madurez.
En la etapa de enseñanza básica, es oportuno que conversen sobre la menstruación, las relaciones sentimentales, el enamoramiento y lo normal que es que sienta atracción por algún compañero (a). Este periodo también es ideal para hablar sobre las distintas orientaciones sexuales y géneros, educándolo desde el respeto por quienes tienen otra tendencia sexual. En el momento previo a la adolescencia, durante esa transición donde deja de ser niño, es necesario conversar sobre las consecuencias que tiene la intimidad sexual sin protección, como embarazos no deseados, y lo importante que es cuidarse para evitar enfermedades de transmisión sexual.
La sexualidad nunca debe ser un tema tabú. El sexo es lo más natural del ser humano y tu hijo debe entenderlo así. Si tu hijo ya es adolescente y aún no has hablado sobre sexualidad con él, recuerda que nunca es demasiado tarde para empezar. Tu hijo necesita saber y sentir que puede recurrir a ti para resolver sus dudas, inquietudes o compartir sus pensamientos sobre el tema. Ten siempre presente que la educación sexual es un proceso que dura toda la vida.
Finalmente, hablar de sexo con tu hijo aumenta la intimidad y la confianza en la relación entre ambos, y abre la posibilidad que en casa se pueda conversar y discutir cualquier tema con toda naturalidad.
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